Una noche, aprovechando que me encontraba de vacaciones, decidí dar rienda a mi afición y montando mi super-star 3900 en mi modesto vehículo me decidí a subirme a las preciosas montañas que hay aquí, en Mallorca, para ver si podía mantener conversación con alguna estación de la península que pudiera captar desde allí con la mía.
Así que provisto de una manta, algo de cena, cigarrillos y café en termo, me dispuse a subir y posicionarme en un privilegiado lugar en que la montaña se encaraba con el mar,a una altura considerable, rodeado de un denso bosque de arboles y sin nadie que pudiera molestarme.
Llegué a entrar en un par de ruedas locales de la zona de Barcelona y Tarragona, ante la sorpresa o incredulidad de estos, a los que no les cuadraba mucho que una estación móvil de Mallorca llegara a sus QTHs con señal 4 a 6. También escuché a otros tantos de diversos lugares de la costa valenciana.
Hacía frio, pues era invierno, pero en el interior de mi coche, bien abrigado y con la tenue iluminación de la lamparita auxiliar, la compañía de mis interlocutores creaba una sensación muy placentera, a pesar de la cerrada oscuridad, y así fueron pasando las horas.
Serian alrededor de las 02:00 de la madrugada, cuando empecé relajar mi interacción con la radio. Las conversaciones que oía fueron haciéndose más escasas, más lejanas, más tenues, y una agradable somnolencia fue apoderándose poco a poco de mí.
De repente, estaba casi dormido, cuando una voz femenina, distante, pero perfectamente audible, irrumpió en el altavoz de mi equipo.
Aún se me hiela la sangre cuando recuerdo aquella única frase con roger-beep final incluido ... " ¡¡ Enriquito !!... ¡¡ despiertate !!... ¡¡ tienes que irte de aquí !!
Aquello hizo que pegara un salto en el asiento de mi coche para incorporarme con los ojos como dos huevos fritos. ¡ No podía creer lo que había oido !!.
Empezé a darle vueltas a aquello, pues la claridad del mensaje no me daba dudas en principio a que pudiera tratarse de una broma de mi mente en estado de ensoñación... ¿ o quizas sí ?...
Desde niño nadie había vuelto a llamarme así. No reconocía la voz, aunque algo en ella me resultaba familiar.
El caso es que desde ese momento, empecé a sentir ruidos extraños fuera de mi vehículo y otras sensaciones que hasta ese momento no había tenido, quizas fruto de la paranoia que la experiencia me había aportado... ¿ o quizás no ? ...
Decidido a no quedarme ni un minuto más, arranque mi coche y me volví a mi casa. Mientras iba bajando, una ventisca empezó a arreciar en la zona, tornándose cada vez mas fuerte, más intensa, hasta que cuando por fin llegué a mi casa, esta era ya de una fuerza considerable.
La unica idea que me venía a la cabeza, era que aquella voz, viniera de donde viniera, lejos de ser una amenaza psíquica, me había advertido del peligro que corría quedándome allí.
Al día siguiente, en las noticias, pude saber que la zona en la que me encontraba con el vehículo el día anterior, había sido una de las más castigadas por el temporal, incluyendo árboles arrancados y líneas de tensión caidas.
Felices DX. 73/51