¿Adiós a la CB?
Cierra el último importador exclusivo de banda ciudadana que quedaba en España.
23 de octubre de 2010
Euro 27, Albrecht (la original alemana), SHC, ahora Tti; más atrás en el tiempo Sitelsa, DNT y muchas más. Otras empresas dejaron la CB, unas tras registrar un sonoro fracaso, como Astec, las más para probar o continuar en otros sectores, como Nils, Sadelta, MHz o Telcom. Y las hay que tras haber abanderado el mercado de los once metros se han hecho un importante hueco en otros mercados. Son los casos, por ejemplo, de Pihernz, importador de las populares Super Star y Jopix, que pisa fuerte en radioafición de la mano de Alinco y Diamond y con su marca Dynascan, y Alan, con sus reconocidas Midland, que ahora se mueve en el segmento PMR446 y de la electrónica de consumo, manteniendo ambas casas la CB como algo más testimonial.
Incluso la antaño autodenominada "número 1", President, navega malamente y como puede olvidada en su mar de fantasía. Ya nada es lo que era.
La banda ciudadana ha perdido interés, ha perdido su razón de ser. La última prueba está en el cierre de Tti Spain, una empresa cuyas espaldas estaban protegidas por el fabricante coreano Tti, uno de los líderes mundiales en fabricación y venta de emisoras de 27 MHz.
La falta de mercado, la caída de las ventas y la ausencia de interés por la banda de once metros han propiciado el cese en su actividad de esta firma que ya había anunciado hace algún tiempo que en nuestro país solamente se vendían equipos a los profesionales de la carretera, pero que eso era insuficiente para mantener una estructura comercial.
Era la última empresa que se dedicaba a la importación y distribución en exclusiva de aparatos de CB en nuestro país. Ya no quedan más, ni las habrá.
Con cada vez menos clubes, prácticamente ninguna actividad, nula propagación desde al menos una década, con la eliminación del morse para hacerse radioaficionado y un torrente de nuevos dispositivos, la banda ciudadana ha cumplido la previsión de la UIT: su práctica e inmediata desaparición. Por si fuera poco, la crisis económica le ha dado la última sacudida. Como si ya no tuviera suficiente.